El diseñador ruso Constantin Bolimond es el creador de la lámpara de suspensión Bloom, una propuesta inspirada en el proceso de floración en el que los diferentes pétalos que forman la tulipa se abren regulando la intensidad de la luz proyectada.
El proyecto se puede implementar con interesantes efectos proporcionados por el uso de sensores, como por ejemplo, un sensor óptico que permita a la tulipa abrirse únicamente por la noche, cómo ya hacen algunas flores como la Ipomea o la Onagra.
La propuesta admite una amplia variedad de materiales y colores para adecuar su fisionomía a las características estéticas de la estancia donde se quiera incluir o el estilo decorativo que se pretenda transmitir.